Ivanka no es un hada. Aunque nos gusta pensar que es una princesa, al menos su historia es parecida. Ella tiene 3 años y su madre falleció de cáncer un año después de haber dado a luz.
Nos gustaría llegar aquí y contarte que creció, conoció un príncipe, se casó y vivieron felices para siempre. Lamentablemente, como en cuentos de hadas, el mal también forma parte de esta historia. Cuando el padre de Ivanka quiso llevarse a su hija consigo, la abuela materna aseguró que usaría su poder y dinero para evitar que vivieran juntos.
Después de casi dos años de procesos judiciales, el padre tiene la custodia. Pero ni siquiera un príncipe nos puede ayudar a rescatarla del palacio de la abuela. El padre va a verla todas las semanas, la respuesta es la misma, la abuela nunca abre las puertas ni contesta. ¿Qué más podemos hacer? ¿Qué harías tú?
Te necesitamos. Ayúdanos a difundir esta historia. Ivanka no puede seguir creciendo sin su papi. Tienen que estar juntos y vivir felices para siempre.