No solo César Miró conoció el sentimiento de los peruanos lejos de su tierra. Lo sabemos muchos de nosotros que lejos o por estar lejos conocemos que “todos vuelven a la tierra en que nacieron”.
Voy camino a tierras desconocidas (para mí). Es una nueva etapa y no lo puedo negar, voy bastante emocionado. Algo así como aquellos que andan enamorados. Que sienten cosquillitas en el estómago.
Me voy feliz. No porque esté feliz de dejar a todo y todos aquí. Sino porque lo he logrado gracias a Dios primero y luego al apoyo de mi familia y de todos mis amigos y amigas que han permanecido cerca animándome a creer que puedo lograrlo y ofreciéndome su ayuda en cada pequeño detalle.
Rumania me espera. Seré uno de los 800 estudiantes internacionales de la Universidad de Oradea. Y procuraré mantener el nombre de mi país en alto.
Hasta pronto, Perú. Ya vuelvo.