There was once a woman called Hannah. The overwhelming fact that she couldn’t have children pushed her to pray to God and make a vow. Her wish was given to her and she also fulfilled her vow.
I often think of why life is one way for some and another way to others. As I continue to try to find answers, I get a very strong headache and a very discouraged heart. It is not a matter of reason but faith. Not a blind faith though but a built trust in someone whose wisdom is greater in every perspective.
This experience of my brother who had to fight for 3 years until he finally got his daughter back is like a fairytale. I could repeat the story in my mind and can’t find any answer to why it happened this way. And I’m glad the happy ending is not actually an ending but the beginning. This story began in the Divine’s mind and that should bring peace to our hearts. That when things seem to be controled by the wrong hands, there are more powerful hands.
Now, I just want to say thanks. Thanks to God who heard the prayer of my brother. And thanks to every person who thought about us and prayed for Ivanka with her daddy. Our hearts are full of joy!
(VERSIÓN EN ESPAÑOL)
Hubo una vez una mujer llamada Ana. Abrumada por el hecho de no poder tener hijos oró a Dios e hizo un voto. Su deseo se cumplió y ella cumplió su voto también.
A menudo pienso en por qué la vida es de una forma para unos y de otra para otros. A medida que intento tener respuestas, solo logro tener un gran dolor de cabeza y un corazón muy desalentado. No es un asunto de la razón sino de fe. Pero no una fe ciega sino una confianza construida y basada en alguien cuya sabiduría es mayor en toda perspectiva.
La experiencia de mi hermano quien tuvo que luchar por tres años para finalmente tener a su hija de vuelta es como un cuento de hadas. Puedo repetir la historia en mi mente sin tener alguna respuesta de por qué sucedió como sucedió. Estoy contento de que este no sea un final feliz sino un comienzo feliz. Esta historia comenzó en la mente del Divino y eso debería traernos paz al corazón. Que cuando las cosas parecen ser controladas por las manos equivocadas, hay manos con un poder más grande.
Solo quiero decir gracias. Gracias a Dios quien escuchó la oración de mi hermano. Y gracias a cada persona que pensó en nosotros y oró por Ivanka con su padre. ¡Nuestros corazones desbordan de alegría!
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